En su revista de los domingos (Ya Dominical) decidió publicar un album de cromos de animales.
Portada de Fauna Maravillosa |
Cada semana aparecía una página con cuatro cromos de animales dispares entre ellos. Esa página se suponía que había que recortarla en cuatro partes para obtener los cromos.
El álbum de cromos en si no se entregó a los lectores hasta terminar las fichas y aquí es donde vino la sorpresa: finalmente no había que recortarlos (a pesar de aparecer unas tijeras y una línea discontinúa entre ellos). Las fichas enteras se pegaban directamente en las páginas del álbum.
Esto ocasionó que la búsqueda de animales fuera una locura (a pesar de tener un índice) dado que no había orden ni por especie, ni por zona geográfica ni por ninguna otra característica.
Interior de Fauna Maravillosa |
A pesar de ello las fotos eran bastante chulas y en muy pocas líneas además del nombre científico se mostraba información interesante.
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