a cascoporro.
La mayoría eran buenos y bastante originales pero otros como el caso que nos
ocupa eran realmente malos y aburridos.
Caja del Alerta Roja |
La ilustración de la caja mostraba un bidón radiactivo con una calavera dentro. Impresionante. Parece que el juego va a ser la caña.
Una vez abierta la caja vemos que incluye ese bidón radiactivo en plástico transparente. Todo parece genial.
Además vienen mogollón de pequeñas fichas de cartón con coches y otros vehículos y un tablero que parece una base de operaciones. Todo mola
Pero vayamos por partes ¿qué hace que un juego que parece excelente luego sea muy malo?
La mecánica del juego consiste en que un jugador maneja al bidón radiactivo y los otros deben encontrarlo. Mal asunto porque se trata de un uno contra todos y los juegos que de verdad son entretenidos son los de todos contra todos o bien dos equipos.
El tablero de juego es una auténtica telaraña llena de casillas donde sólo es posible moverse de una a otra utilizando un medio de transporte. Cada camino tiene un medio de transporte diferente. Así pues lo que se hace para moverse es coger una tarjetita de cartón del medio de transporte y gastarla. No existen dados.
El tablero de juego |
El caso es que el jugador que maneja el bidón no lo pone en el tablero sino que elige una posición de partida que sólo sabe el y luego lo va moviendo por el tablero sin que nadie lo vea. Las posiciones por las que va pasando y el medio de transporte utilizado se van apuntando en la base de operaciones. Un rollo.
El bidón radioactivo y las tarjetas |
Lo que simplificado es un juego del escondite se vuelve monótono, confuso, complicado y aburrido por el uso de las tarjetas y de no ver el bidón.
Este juego es una pequeña ovejilla negra dentro del catálogo de Cefa pero al que lo mismo se le puede llegar a pillar el gusto.
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